Como hemos visto,
el dogma de fe materialista, la eternidad de la materia, no se basa en
convicciones racionales; pero no sólo eso: resulta en sí mismo irracional. La eternidad de la materia es filosóficamente imposible, no
se puede demostrar porque es un absurdo. En efecto: si la materia en evolución
fuese eterna, ello querría decir que ha pasado por una serie infinita de
procesos sucesivos. Pero, siendo el tiempo la duración del movimiento, si el
movimiento de la materia fuese eterno también habría del serlo el tiempo, lo
cual es absurdo, imposible. Es decir: si la materia ha existido desde siempre,
¿no sería verdad que habría también un pasado infinito en que también existió?
Entonces, desde ese pasado infinito en que ha existido la materia hasta este
momento (sí, ahorita que estás leyendo) habría transcurrido un infinito tiempo.
Pero, ¿es posible que transcurra un infinito tiempo? Un
tiempo infinito que ha transcurrido es un tiempo infinito que ha terminado pues
lo pasado es lo que ha terminado. Pero, ¿no es acaso lo infinito, lo eterno,
aquello que no termina?, ¿cómo puede haber un infinito terminado, un eterno ya
pasado? Así pues, el afirmar la eternidad de la materia implica necesariamente
el afirmar la eternidad del tiempo, ya que el tiempo es determinado por la
duración del movimiento, lo cual es absurdo y contradictorio a todas luces: un
infinito que ha terminado es un infinito no-infinito. En otras palabras: para
que el presente sea presente, ha transcurrido determinado tiempo. Si este
determinado tiempo es infinito, tuvo que haber transcurrido infinito tiempo
para llegar al presente. Pero no es posible que transcurra infinito tiempo:
nunca habríamos alcanzado el presente, así como no es posible alcanzar el
horizonte.
Otra forma de
plantear el mismo argumento es en base al movimiento: si la materia se
encuentra en eterno movimiento, en eterno cambio; entonces no podría existir en
su estado actual ya que para ello tendría que haber pasado por una infinita
serie de cambios y transformaciones, lo cual no es posible ya que si el
principio del movimiento fuera indefinido, nada podría moverse. Pero la materia
existe en su estado actual y resulta evidente que las cosas se mueven. Luego,
el movimiento de la materia no puede ser eterno.