lunes, 14 de enero de 2013

FILOSOFÍA: Los problemas del conocimiento (Parte I): Su posibilidad


¿Podemos realmente conocer?, ¿es el hombre capaz de conocer? Son preguntas que la epistemología se ha planteado y que resalta claramente la relación que se establece entre el sujeto y el objeto, es decir: ¿es posible que el sujeto aprehenda las cualidades del objeto? Existen tres doctrinas filosóficas que pretenden dar solución a este problema:

1. Dogmatismo: Afirma sin más la posibilidad del conocimiento, considerando que el contacto entre sujeto y objeto es real, o sea que el sujeto es capaz de aprehender al objeto sin deformarlo. Considera que el hombre capta las cosas tal como son, sin alterarlas.

Representantes: Tales, Anaximandro, Anaxímedes.

Crítica:

1) Tal vez el más grande problema del dogmatismo radica en la poca apertura de sus postulados hacia el sujeto, pues el hombre es un ser racional y no es común que acepte los conocimientos de por sí y sin más, necesita razones. Es por ello que, por ejemplo, surge la teología que busca dar una explicación racional a la fe, según la fórmula agustiniana: “Hay que creer para comprender y comprender para creer”.

2) Atendiendo a otro aspecto del mismo problema, el dogmatismo presenta también dificultades para abrirse al estudio epistemológico, a la crítica de sus conocimientos. No contempla prueba ni método, lo cual representa una seria desventaja con respecto a otras doctrinas epistemológicas, pues no le es fácil el confrontarse con ellas ya que sólo está cerrado sobre sí mismo.

2. Escepticismo: No admite la posibilidad del conocimiento, es decir, niega que el sujeto pueda aprender al objeto y tener conocimiento de él. Existen varias clases de escepticismo:

a. Radical: Niega la posibilidad de cualquier conocimiento, ya sea sensible o racional. Suspende cualquier afirmación o juicio.

Representantes: Pirrón, Gorgias.

Crítica:

1) El escepticismo radical niega de por sí la existencia de la verdad, pero, si la verdad no existiera, sería verdad que la verdad no existe, lo cual es autocontradictorio. En otras palabras, si en realidad no pudiéramos conocer nada, tal como afirman los escépticos radicales, ello constituiría un conocimiento: el conocimiento de que no podemos conocer nada, lo cual también resulta autocontradictorio.

2) Si, tal como sostienen los escépticos radicales, nada puede sostenerse: ¿cómo harían para sostener su escepticismo sino cayendo en una especie de dogmatismo? Deberían convertirse, en palabras de Baruc Spinoza, en una “secta de mudos” o “hacerse como un tronco” según les aconsejaba Aristóteles.

b. Relativismo: Niega la existencia de todo conocimiento universal o absoluto, considera que todo es relativo.

Representantes: Protágoras, Herber Spencer y Sir William Hamilton.

Crítica:

1) Como sostenía Ortega y Gasset, el relativismo es una teoría suicida: cuando se aplica a sí mismo, muere. Veamos, el axioma fundamental del relativismo es: “Todo es relativo, no existe nada absoluto”. Ahora bien, dicho axioma, ¿es relativo o absoluto? Si fuera absoluto sería autocontradictorio, ya que estaría aceptando la existencia de algo absoluto y, si fuera relativo, el mismo axioma perdería su calidad de tal, convirtiéndose simplemente en un supuesto inconsistente.

2) Al relativismo puede respondérsele fácilmente con la regla dialéctica de los escolásticos: “Gratis asseritur, gratis negatur” (lo que se afirma sin prueba, se niega sin prueba). El relativista nunca nos podría dar una prueba indiscutible e irrefutable ya que si nos la daría estaría demostrando que el relativismo es absoluto. Es por ello que muchas veces los relativistas en vez de aplicar la lógica para probar sus supuestos, recurren a la retórica diciendo cosas tales como: “todos tenemos libertad para escoger nuestra verdad” o “nada es verdad ni mentira, todo es según el cristal con que se mira”.

c. Agnosticismo: Doctrina filosófica que declara como inaccesible al entendimiento humano toda noción de lo absoluto.

Representantes: Huxley, David Hume, Bertrand Russell.

Crítica:

1) El agnosticismo total se refuta a sí mismo. Es imposible construir teóricamente una idea coherente de ignorancia, duda o increencia total. La mente que pretenda pobrar su incompetencia absoluta tendría que presumir, mientras hace eso, que es competente para levar a cabo dicha tarea. Sería imposible llevar a la práctica tal teoría, ya que es completamente subversiva de la razón, contradictoria con la conciencia e inaplicable a la conducta. Es por ello que muchos de aquellos que se declaran agnósticos muestran una “hipocresía intelectual” en sus vidas pues aunque teóricamente dicen que no saben si Dios existe o no existe, en la práctica viven como si no existiera con lo cual resultan ser hipócritas respecto a lo que ellos mismos creen. Es decir, son “agnósticos teóricos” pero “ateos prácticos”.

2) En realidad la actitud agnóstica de incredulidad resulta ser muy crédula, pues ellos no sólo “creen en la incredulidad” sino también “están seguros de su inseguridad”. Es por ello que, al dejar de creer en Dios, hacen de la ciencia su vaca sagrada o viven utilitarista y banalmente, tomando una actitud puramente pragmática.

d. Positivismo: Doctrina filosófica que admite solamente el método experimental y rechaza la noción a priori. Considera a la metafísica y a la teología como formas de conocimiento inútiles y sin sentido.

Representantes: Auguste Comte, Ludwig Wittgenstein y George Edward Moore.

Crítica:

1) Según el positivismo el único tipo de conocimiento válido y verdadero es el científico. Ahora bien, dicho postulado: ¿es científico?, ¿puede comprobarse empíricamente en el laboratorio?, ¿o no es más que una falsa noción a priori que el mismo positivismo rechaza?

2) El positivismo sostiene que como los postulados de la metafísica y la teología no pueden ser probados por el método científico, entonces no son válidos ni verdaderos. Pero, ¿es ello una actitud verdaderamente científica?, ¿no tiene acaso la ciencia sus limitaciones?, ¿son objeto de estudio científico los postulados de la metafísica y la teología? Es por ello que cuando una persona nos pide una prueba “tangible y palpable” de la existencia de Dios ya que sólo cree en lo que ve, ya de por sí está cometiendo un error de rango epistemológico pues sería como si nos pidiera que le mostremos diez centímetros de agua, lo cual no es posible ya que el agua se mide en litros no en centímetros.

3. Criticismo: El conocimiento verdadero existe, pero sólo debe ser aceptado luego de una crítica severa, reflexiva y sobretodo racional. El sujeto capta el objeto, pero no lo conoce totalmente, sólo su apariencia (fenómeno) mas no en su esencia (noúmeno), como es en realidad.

Representante: Inmanuel Kant.

Crítica:

1) La filosofía criticista de Kant postula que todo conocimiento debe ser criticable pero, si esto es así, este mismo conocimiento también habría de ser criticable y así hasta el infinito. La crítica del conocimiento es importante pero no puede hacerse de ello una filosofía o método universal, pues siempre hay cosas que pueden aceptarse como verdaderas por su misma naturaleza, sin necesidad de tener que estar haciendo una indefinida crítica de nuestros conocimientos ya que si hiciéramos eso nunca podríamos conocer por conocer algo.

2) El postulado kantiano: “Sólo podemos conocer las apariencias, mas no la realidad de las cosas”, ¿es un conocimiento real o aparente?, ¿está necesariamente el fenómeno separado absolutamente de noúmeno, o es que el fenómeno no es más que el noúmeno tal como aparece en el conocimiento?

No hay comentarios:

Publicar un comentario