¿Podemos realmente conocer?, ¿es el hombre capaz de
conocer? Son preguntas que la epistemología se ha planteado y que resalta
claramente la relación que se establece entre el sujeto y el objeto, es decir:
¿es posible que el sujeto aprehenda las cualidades del objeto? Existen tres
doctrinas filosóficas que pretenden dar solución a este problema:
1. Dogmatismo: Afirma sin más la
posibilidad del conocimiento, considerando que el contacto entre sujeto y
objeto es real, o sea que el sujeto es capaz de aprehender al objeto sin
deformarlo. Considera que el hombre capta las cosas tal como son, sin
alterarlas.
Representantes: Tales, Anaximandro, Anaxímedes.
Crítica:
1) Tal vez el
más grande problema del dogmatismo radica en la poca apertura de sus postulados
hacia el sujeto, pues el hombre es un ser racional y no es común que acepte los
conocimientos de por sí y sin más, necesita razones. Es por ello que, por
ejemplo, surge la teología que busca dar una explicación racional a la fe,
según la fórmula agustiniana: “Hay que creer para comprender y comprender
para creer”.
2) Atendiendo
a otro aspecto del mismo problema, el dogmatismo presenta también dificultades
para abrirse al estudio epistemológico, a la crítica de sus conocimientos. No
contempla prueba ni método, lo cual representa una seria desventaja con
respecto a otras doctrinas epistemológicas, pues no le es fácil el confrontarse
con ellas ya que sólo está cerrado sobre sí mismo.
2. Escepticismo: No admite la
posibilidad del conocimiento, es decir, niega que el sujeto pueda aprender al
objeto y tener conocimiento de él. Existen varias clases de escepticismo:
a. Radical: Niega la posibilidad de
cualquier conocimiento, ya sea sensible o racional. Suspende cualquier
afirmación o juicio.
Representantes: Pirrón, Gorgias.
Crítica:
1) El
escepticismo radical niega de por sí la existencia de la verdad, pero, si la
verdad no existiera, sería verdad que la verdad no existe, lo cual es
autocontradictorio. En otras palabras, si en realidad no pudiéramos conocer
nada, tal como afirman los escépticos radicales, ello constituiría un
conocimiento: el conocimiento de que no podemos conocer nada, lo cual también
resulta autocontradictorio.
2) Si, tal
como sostienen los escépticos radicales, nada puede sostenerse: ¿cómo harían
para sostener su escepticismo sino cayendo en una especie de dogmatismo?
Deberían convertirse, en palabras de Baruc Spinoza, en una “secta de mudos” o
“hacerse como un tronco” según les aconsejaba Aristóteles.
b. Relativismo: Niega la existencia
de todo conocimiento universal o absoluto, considera que todo es relativo.
Representantes: Protágoras, Herber Spencer y Sir William Hamilton.
Crítica:
1) Como
sostenía Ortega y Gasset, el relativismo es una teoría suicida: cuando se
aplica a sí mismo, muere. Veamos, el axioma fundamental del relativismo es: “Todo
es relativo, no existe nada absoluto”. Ahora bien, dicho axioma, ¿es
relativo o absoluto? Si fuera absoluto sería autocontradictorio, ya que estaría
aceptando la existencia de algo absoluto y, si fuera relativo, el mismo axioma
perdería su calidad de tal, convirtiéndose simplemente en un supuesto
inconsistente.
2) Al
relativismo puede respondérsele fácilmente con la regla dialéctica de los
escolásticos: “Gratis asseritur, gratis negatur” (lo que se afirma sin
prueba, se niega sin prueba). El relativista nunca nos podría dar una prueba
indiscutible e irrefutable ya que si nos la daría estaría demostrando que el
relativismo es absoluto. Es por ello que muchas veces los relativistas en vez
de aplicar la lógica para probar sus supuestos, recurren a la retórica diciendo
cosas tales como: “todos tenemos libertad para escoger nuestra verdad” o
“nada es verdad ni mentira, todo es según el cristal con que se mira”.
c. Agnosticismo: Doctrina filosófica
que declara como inaccesible al entendimiento humano toda noción de lo
absoluto.
Representantes: Huxley, David Hume, Bertrand Russell.
Crítica:
1) El agnosticismo total se refuta a sí mismo. Es
imposible construir teóricamente una idea coherente de ignorancia, duda o
increencia total. La mente que pretenda pobrar su incompetencia absoluta
tendría que presumir, mientras hace eso, que es competente para levar a cabo
dicha tarea. Sería imposible llevar a la práctica tal teoría, ya que es
completamente subversiva de la razón, contradictoria con la conciencia e
inaplicable a la conducta. Es por ello que muchos de aquellos que se declaran
agnósticos muestran una “hipocresía intelectual” en sus vidas pues aunque
teóricamente dicen que no saben si Dios existe o no existe, en la práctica
viven como si no existiera con lo cual resultan ser hipócritas respecto a lo
que ellos mismos creen. Es decir, son “agnósticos teóricos” pero “ateos
prácticos”.
2) En realidad la actitud agnóstica de incredulidad
resulta ser muy crédula, pues ellos no sólo “creen en la incredulidad” sino
también “están seguros de su inseguridad”. Es por ello que, al dejar de creer
en Dios, hacen de la ciencia su vaca sagrada o viven utilitarista y banalmente,
tomando una actitud puramente pragmática.
d. Positivismo: Doctrina filosófica
que admite solamente el método experimental y rechaza la noción a priori. Considera
a la metafísica y a la teología como formas de conocimiento inútiles y sin
sentido.
Representantes: Auguste Comte, Ludwig Wittgenstein y George Edward Moore.
Crítica:
1) Según el
positivismo el único tipo de conocimiento válido y verdadero es el científico.
Ahora bien, dicho postulado: ¿es científico?, ¿puede comprobarse empíricamente
en el laboratorio?, ¿o no es más que una falsa noción a priori que el
mismo positivismo rechaza?
2) El
positivismo sostiene que como los postulados de la metafísica y la teología no
pueden ser probados por el método científico, entonces no son válidos ni
verdaderos. Pero, ¿es ello una actitud verdaderamente científica?, ¿no tiene
acaso la ciencia sus limitaciones?, ¿son objeto de estudio científico los
postulados de la metafísica y la teología? Es por ello que cuando una persona
nos pide una prueba “tangible y palpable” de la existencia de Dios ya que sólo
cree en lo que ve, ya de por sí está cometiendo un error de rango
epistemológico pues sería como si nos pidiera que le mostremos diez centímetros
de agua, lo cual no es posible ya que el agua se mide en litros no en
centímetros.
3. Criticismo: El conocimiento
verdadero existe, pero sólo debe ser aceptado luego de una crítica severa,
reflexiva y sobretodo racional. El sujeto capta el objeto, pero no lo conoce
totalmente, sólo su apariencia (fenómeno) mas no en su esencia (noúmeno), como
es en realidad.
Representante: Inmanuel Kant.
Crítica:
1) La filosofía criticista de Kant postula que todo
conocimiento debe ser criticable pero, si esto es así, este mismo conocimiento
también habría de ser criticable y así hasta el infinito. La crítica del
conocimiento es importante pero no puede hacerse de ello una filosofía o método
universal, pues siempre hay cosas que pueden aceptarse como verdaderas por su
misma naturaleza, sin necesidad de tener que estar haciendo una indefinida
crítica de nuestros conocimientos ya que si hiciéramos eso nunca podríamos
conocer por conocer algo.
2) El postulado kantiano: “Sólo podemos conocer
las apariencias, mas no la realidad de las cosas”, ¿es un conocimiento real
o aparente?, ¿está necesariamente el fenómeno separado absolutamente de
noúmeno, o es que el fenómeno no es más que el noúmeno tal como aparece en el
conocimiento?
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