¿Cuál es la fuente del conocimiento?, ¿de dónde
obtenemos los conocimientos? He aquí el problema epistemológico sobre el origen
del conocimiento. Existen tres doctrinas filosóficas que pretenden dar solución
a este problema:
1.
Racionalismo: Considera que la razón es la fuente de todo
conocimiento y que ésta misma crea sus propios principios y leyes que hacen
posible el conocimiento universal y necesario. Considera además que nuestras
ideas son innatas, no aprendidas, y anteriores a la experiencia.
Representantes: Descartes, Leibniz, Spinoza.
Crítica:
1) El mismo racionalismo, contrariamente a su
espíritu, resulta ser dogmático e irracional, ya que su axioma fundamental: “la
razón es la única fuente de conocimiento” es dogmático y no posee prueba
racional: la razón no puede probar su propia autosuficiencia, sólo puede
presuponerla.
2) Por otro lado está la teoría de las ideas
innatas. Totalmente absurda e insostenible, el ser humano no nace conociendo,
nace con la capacidad de conocer para lo cual usa también la experiencia.
2.
Empirismo: Considera que la experiencia es la única fuente de
conocimiento siendo que ésta, junto con la observación, da origen a las leyes e
hipótesis. Afirma que no hay nada en la mente que antes no haya pasado por los
sentidos.
Representantes: Jhon Locke, Francis Bacon.
Crítica:
1) El empirismo no tiene comprobación empírica,
pues su axioma fundamental: “todo conocimiento procede únicamente de la
experiencia” sólo es suponible, mas no comprobable.
2) No todo
lo que está en nuestra mente procede del puro empiricismo, pues en ella también
subsisten los principios de la lógica, conceptos ideales u otras abstracciones
que no por ello dejan de tener valor epistemológico.
3.
Apriorismo: Considera que en la adquisición de conocimiento
participan tanto la razón como la experiencia. Propone la existencia de formas a
priori (espacio y tiempo) independientes de la experiencia y que permiten
ordenar los datos considerados por la razón.
Representante: Inmanuel Kant.
Crítica:
1) Según Kant, la experiencia no puede dar lo
universal y necesario, así que todo nuevo conocimiento debe estar originado por
la vía a priori. Aquí comete un error propio del racionalismo además de
un error de método ya que nuevamente realiza una radical escisión en vez de
encontrar la unidad y distinción entre estos dos conceptos de razón y
experiencia. La pura experiencia, despojada artificialmente de la intervención
en ella de nuestra inteligencia, evidentemente es incapaz de conocer lo
universal y necesario; pero la experiencia humana real, en que siempre la inteligencia
interviene, sí puede llegar a conocimientos universales. Por ello, la solución
más aceptable es la de Aristóteles, que admite en la realidad misma la
universalidad en potencia, a la vez que considera que nuestra inteligencia
abstractiva los transforma en universales en acto.
2) Otro de los problemas del pensamiento kantiano
es que considera que las categorías epistemológicas sólo pueden emplearse para
hacer juicios sobre las experiencias y percepciones pero no para ideas
abstractas o conceptos ideales sin llegar a contradicciones o inconsistencias
lógicas. Aquí comete un error propio del empirismo, considerando que los
objetos ideales de la razón son puramente triviales y que no tienen relación
con la realidad.
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