La contradicción
intrínseca del capitalismo
- El fin de la producción capitalista es la creación y
acumulación de plusvalía; los medios, la expansión de las fuerzas productivas.
- Los medios son más grandes que el fin y, por tanto, el
capitalismo está envuelto en una contradicción insoluble que se agrava cada vez
más a medida que progresa éste. Su fin es inevitable.
La revolución proletaria
- Mientras más grande se hace la contradicción del capitalismo,
siendo las crisis más recurrentes, las fuerzas dinámicas de la producción
entran en conflicto con las relaciones estáticas de producción.
- La concentración de los capitales en un número de manos
cada vez menor y un proletariado cada vez más conciente de su condición,
llevarán a una necesariamente a revolución violenta por parte de la clase
obrera para apropiarse del Estado.
El socialismo
- Una vez que el proletariado, organizado políticamente,
se apropia del Estado establece un régimen de “dictadura del proletariado”
conocido como “socialismo”.
- El Estado socialista,
una vez “expropiados los expropiadores”, se hace propietario de todos los
medios de producción y organiza la producción, repartiendo la totalidad del
producto entre los trabajadores por medio de bonos de trabajo.
El comunismo
- A medida que va progresando el socialismo el Estado se
va haciendo cada vez más innecesario, pues los expropiadores ya habrán sido
expropiados y desaparecerá la explotación junto con todos los demás elementos
de subordinación.
- Por tanto, luego de un
periodo de tiempo, terminará la dictadura del proletariado y se dará paso a un
nuevo tipo de sociedad en la que no habrá clases ni Estado ni explotación, en
la que el hombre se habrá recuperado plenamente a sí mismo y habrá desaparecido
la alienación. Esta nueva sociedad, fase suprema de la evolución de la
historia, es la que se conoce con el nombre de “comunismo”.
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